Somos conscientes de que la respiración es vida, pero, ¿qué entendemos por malos hábitos respiratorios?

Son aquellos que se presentan cuando el diafragma es incapaz de extenderse en su máxima capacidad, o no puede activar y sustentar el movimiento rítmico de los músculos, órganos y tejidos abdominales.

Hablaremos de los 4 efectos perjudiciales que generan los malos hábitos respiratorios:

  1. Reduce la eficacia de nuestros pulmones y en consecuencia la cantidad de oxígeno del que pueden disponer nuestras células. Esto origina que tengamos que respirar de 2 a 4 veces más de lo que sería necesario con la respiración abdominal natural. Lo que origina un aumento en el consumo de energía como consecuencia del aumento del ritmo respiratorio y cardiaco.
  2. Retarda el flujo de la sangre venosa que transporta residuos metabólicos desde las células hasta los riñones y los pulmones donde pueden ser excretados antes de dañar el organismo. (debemos ser conscientes de que el 70 % de los residuos del organismo se eliminan a través de los pulmones, el resto se elimina por la orina, las heces y la piel).
  3. Retarda el funcionamiento del sistema linfático, cuyo trabajo consiste en atrapar y destruir los virus y bacterias invasoras.
  4. Reduce la cantidad de jugos gástricos, incluida la enzima pepsina, que actúa en el proceso de la digestión, y retrasa el proceso de peristalsis en el intestino grueso y delgado. Por este motivo, las toxinas se acumulan y descomponen en el sistema de órganos que llevan a cabo la digestión.

 

 

Resumiendo: los malos hábitos respiratorios debilitan y restan armonía al funcionamiento de casi todos los sistemas más importantes del cuerpo y nos hacen más susceptibles a las enfermedades crónicas y agudas, así como toda clase de malestares: infecciones, constipados, dolencias respiratorias, problemas digestivos, úlceras, depresiones, desórdenes sexuales, fatiga, dolores de cabeza, mala circulación sanguínea, envejecimiento prematuro, etc. Muchas investigaciones incluso van más allá y afirman que los malos hábitos respiratorios contribuyen a la aparición de enfermedades como el cáncer y las afecciones cardiacas.

Es aquí donde el método Pilates con sus ejercicios naturales y conscientes nos permite descubrir el poder de la respiración natural. Para contrarrestar estos malos hábitos y fomentar la vitalidad el bienestar y la buena salud a la que todos tenemos derecho y la que todos debemos cuidar, pues ya sabéis el que adquiere un derecho inmediatamente adquiere un deber y viceversa….

De nosotros depende nuestra salud, es nuestra responsabilidad.